LA
VOZ DE LA MUJER
MUJERES PERIODISTAS, PERIODICOS PARA MUJERES
tienen un antecedente histórico que data desde 1830.
El periódico La Voz de la Mujer apareció en 1896.
Un
periódico de mujeres: La Voz de la Mujer
Por
Elena Luz González Bazán especial para Latitud
Periódico
7
de enero del 2015 *. Actualizado el 5 de julio del 2017
Escribir
sobre un periódico de mujeres, para una mujer, es una
satisfacción… y más si nos remontamos a
la Voz de la Mujer, el primer periódico comunista anarquista,
que nada tenía que ver con las publicaciones de sufragistas,
feministas y otros.

La
diferencia esencial, sustancial fue que La Voz de la Mujer fue
un periódico político, con planteos políticos
que pusieron en cuestionamiento las injusticias que sufrían
las mujeres en aquellos tiempos. Fines del siglo XIX.
La Voz de la Mujer, un periódico político realizado
por mujeres que se repartía en la clandestinidad y cuyo
muchos de sus artículos no tenían firma, título
u otros.
Atacaban
al sistema, algo bien diferenciado de las otras publicaciones
que se pueden rastrear desde 1830 en adelante.
La Voz de la Mujer apareció en 1896, el número
2 es del 31 de enero de 1896 y en el encabezado sostiene: ¨Aparece
cuando puede y por suscripción voluntaria¨, Periódico
comunista anárquico, Dirección A Barcla, Casilla
de Correo 1277, Capital Federal.
El
eslogan del periódico era: "Ni Dios, ni patrón
ni marido", en él se escribía acerca de las
injusticias en contra de las trabajadoras, es el primer órgano
informativo con tendencia feminista-anarquista que circuló
entre las mujeres trabajadoras. Esta diferencia es esencial,
es el primer periódico destinado a las mujeres laboriosas,
no a las clases medias, con un planteo político claro,
los otros medios al no cuestionar el sistema imperante no daban
una salida clara a la problemática de la mujer, esto
se desprende de sus editoriales, trabajos y redactoras.
En
cuanto a sus testimonios, muchos de ellos resultan no solo relevantes
sino que contienen una emotividad, compromiso y solidaridad
hacia las mujeres que no pueden expresarse por medio de un escrito,
el analfabetismo era muy elevado en aquellos tiempos.
El
otro aspecto sustancial es que siempre fueron INSURGENTES ante
cada realidad injusta verificada.
Es
además la primera publicación anarquista escrita
por mujeres en América Latina, este no es un elemento
anecdótico, es fundamental, es el primero en el continente.
Esta realidad debe ser visto como el nivel de conciencia y organización
en la clandestinidad que las llevó a poder implementar
un medio de prensa de estas características.
En
materia filosófica se alinearon con la filosofía
comunista libertaria de Kropotkin, Eliseo Reclus y otros, se
vincularon a los grupos revolucionarios obreros; se declararon
esencialmente anticapitalistas. Este periódico, como
afirmamos más arriba fue clandestino o semiclandestino,
esto hizo que redactoras, responsables de edición no
se conocían. Se sabe o deduce que las mujeres que participaron
fueron en su mayoría inmigrantes: españolas e
italianas relacionadas con el movimiento anarquista de sus países.
Lucidez,
planteos radicales, censoras feroces, entregar una perspectiva
como mujeres trabajadoras y de fuerte críticas al orden
social establecido y las instituciones que las mantenían
sojuzgadas.
Fueron unas adelantadas se dice desde un trabajo de M- Genofonte,
¨La Campana * la sabiduría que desplegaron mostraron
en sus escritos un adelanto de 70 años o más a
las críticas más certeras que el movimiento feminista
haya hecho nunca.
En
el Editorial del primer número expresaban sus ataques
y la raíz de sus males: ¨la autoridad, bajo todas
sus formas, pero esencialmente la teológica (Dios), familiar
(marido y padre), la económico-social (amo y capital)
y los esquemas ideológicos de la burguesía (orden
coercitivo y policial, represión sexual, etc.) Afirman
que la libertad para las mujeres sólo llegará
cuando ellas se desembaracen de esos indignos amos y, por tanto,
que un movimiento revolucionario sólo lo será
realmente si afronta desde el primer momento la lucha contra
ellos¨.
En
uno de sus números se narraba la historia de una mujer
indígena que había sido raptada por un criollo.
En el cual, luego de dieciséis años de cautiverio
de la mujer indígena, se comentaba que esta mujer indígena
no había aprendido nada de lo que el criollo le había
querido ¨enseñar¨, se había resistido
a cambiar sus costumbres, necesidades espirituales, sus creencias.
En forma irónica y burlona las periodistas de La Voz
de la Mujer hablaban del raptor, el criollo que no podía
comprender la actitud de la mujer originaria. Este se había
adueñado de la mujer, luego de concluida la Conquista
al Desierto comandada por Julio Argentino Roca entre 1878 y
1884. Este criollo no podía comprender cómo luego
de tanto tiempo, la indígena no hubiera asimilado las
¨enseñanzas impartidas¨.
La
Voz de la Mujer se mofaba del secuestrador, lo criticaba duramente
porque no percibía que esta mujer extrañaba su
gente, su comunidad, quien había sido su familia, su
identidad, la cual no podía arrancarse, por más
evangelización y supuestas enseñanzas impartidas
por el colonialista.
El ¨incomprendido criollo¨ era Fossa, Este
criollo, sostenía la publicación: ¨no había
podido hacerle entender a nuestra indígena de los misterios
de la cultura dominante¨, y continuaba: ¨Figúrense
nuestras queridas lectoras que el caballero Fossa está
civilizando a una india, mujer de edad ya, la cual (cosa increíble
y que hasta parece mentira) a pesar de los 16 años que
lleva de estudiar en la…tina de lavar la mugre del caballero
Fossa, ¡¡no ha aprendido ni la O por larga!! ¿Verdad
que después de 16 años de lavar patios y ropa,
de cebar mate y chanchos, de cocinar, de pasar hambre, y de
llevar cachetadas (parece mentira) no pueda un indio aprender
la O?.
La
redactora de la Voz de la Mujer se burla de los preceptos y
las formas dominantes de la cultura que se impusieron con la
generación del ´80. Los efectos y consecuencias
que dejó esta tercera Conquista al Desierto con más
de 20.000 originarios muertos. Miles deambulando, esclavizados,
perdiendo sus lugares, mujeres, como esta originaria dedicada
al servicio de un amo.
Algunas
reflexiones
Destacar
a estas mujeres que incursionaron en el periodismo, la composición
literaria y periodística, la historia, el rescate de
las luchas, fue una necesidad de no perder la memoria colectiva,
la identidad y la historia de las luchas. Ellas elaboraban y
escribían en nombre de otras que estaban sujetas, como
la protagonista apresada. Sus plumas fueron sus armas contra
la opresión, fueron las espadas que blandieron por la
libertad, de ellas y de todas las esclavizadas, explotadas y
oprimidas. Por ende, partían de la información
y utilizaban el medio periodístico donde combinaban la
información, la noticia y su tarea de ser artífices
de desnudar a los poderes opresores. Su práctica fue
una vida militante, no fue desde un lugar de enfrascamientos
intelectuales, palpaban el contexto en que vivían y daban
testimonio. Por otro lado, vivieron clandestinizadas, porque
la persecución fue parte de sus realidades. Supieron
utilizar el arma de la opinión y fueron haciendo escuela
de un oficio donde ellas dejaron su huella.
La
disputa fue descarnada, fue la tarea acuciante de desnudar que
el ámbito privado era una forma de relegar a la mujer,
de sumergirla, ocultarla social y políticamente. Estas
historias de mujeres plasmaron que el ámbito privado:
la casa y la familia era un espacio impuesto por la sociedad
patriarcal. Pero no sólo fue su lugar, aunque millones
de mujeres se avinieron a esta coacción; estas historias
muestras la rebelión, el enfrentamiento, las victorias
y derrotas que conformaron la puja por mostrar que estos no
fueron los preceptos esenciales de la mujer.
Primera versión de este informe fue publicado el 1º
de febrero del 2007, en Villa Crespo Digital y otros portales
y blogs, ahora lo entregamos ampliado, corregido y actualizado.
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